España, líder en producción de cerámica

Las noticias de economía actuales reflejan que el sector industrial español de la cerámica es uno de los más innovadores y dinámicos del país.

Según la Asociación de Cerámica Española (ASCER), el mercado español es un de los más bien valorados a nivel internacional y está en una posición de liderazgo en tecnología, diseño, calidad de materiales y servicios, hecho que aumenta la buena imagen del país en este sector. Desde 2012 hasta el 2019, la cerámica se considera un sector en alza en todos los sentidos: aumenta la producción, aumentan las ventas al país y también las ventas al extranjero. 

Sector de cerámica en el contexto internacional

España es un referente internacional en el ámbito de la cerámica y esto se traduce de la siguiente manera: se trata del primer productor europeo y el segundo exportador mundial después de China, siendo Italia el tercer gran exportador mundial. Por orden, los principales destinos de la cerámica española son Francia, EEUU, Gran Bretaña, Arabia Saudita y Argelia.

En los últimos años, ha habido una alta competencia en los mercados de este sector, y para sobrevivir y adaptarse a las nuevas necesidades, muchas empresas se han adaptado a procesos de gestión, así como la producción o la investigación y el desarrollo (I+D), que permiten el aumento de ventas y rentabilidad, además de la identificación y la diferenciación de la cerámica española en los mercado que compite. Entonces, gracias a la adopción de una política de inversiones en I+D, se ha conseguido una diversificación del producto, creando nuevas aplicaciones y productos con un alto rigor tecnológico y de gran calidad.

Impacto ambiental del sector

En la actualidad, se han implantado muchas soluciones novedosas que unen la tecnología y los materiales cerámicos teniendo en cuenta los principios de sostenibilidad, personalización y mejora de la calidad de vida para los usuarios. De hecho, uno de los principales problemas de la cerámica es el gran impacto ambiental.

Concretamente, a pesar de que la producción de azulejos tiene una gran incidencia en la economía nacional -año tras año ofrece un gran número de ocupación y una gran cantidad de ingresos-, este sector industrial utiliza una gran cantidad de energía, hace mucho ruido y genera muchos residuos sólidos que contaminan las aguas alrededor de las fábricas.

En otras palabras, la industria de la cerámica daña el planeta tierra. Por ello, el objetivo marcado por la Comisión Europea, que es reducir el 80% de las emisiones en 2050, augura un cambio drástico del funcionamiento del sector. A partir de fuentes renovables y reduciendo el papel de los combustibles fósiles, la futura industria cerámica podría cambiar la situación de contaminación actual.